Creo que ha sido en Irlanda donde le he cogido el gusto a lo de las sopas y las cremas. Aquí es muy típico tomarlas para comer y en todo buen café o restaurante nunca falta una deliciosa sopa  servida calentita junto a unas rebanadas de pan integral de soda y, generalmente, rica mantequilla.

Tipos de sopas hay miles: de guisantes, de champiñones, de tomate, de espinacas, de verduras al estilo marroquí, con judías blancas, de puerro y patata… Pero para mí, una de las mejores y más sabrosas, es esta sencilla crema de calabaza que además es perfecta para cualquier época del año.

Si leéis la receta que os damos a continuación veréis que es la más básica y sencilla, la cual  nos puede servir de base y a la que podemos añadir otros ingredientes que la hagan más interesante o atractiva, apta para los paladares más exigentes.

P.S.- Como lo prometido es deuda, seguimos en el mes de enero trayéndoos platos nutritivos pero no demasiado calóricos. Eso sí, agarraos al mes de febrero porque a este paso necesitaremos una inyección importante de azúcar.

CREMA DE CALABAZA (4-6 pers)

1 calabaza de 1’5-2kg
2 patatas medianas
1/2 l. caldo de verdura
2 cdas aceite
Parmesano rallado

Pelar y eliminar las pepitas y filamentos de la calabaza y cortarla en trozos.
Disponerla en una cazuela con las patatas peladas y también troceadas. Cubrir con el caldo de verdura y salpimentar. Cocer hasta que la calabaza este blanda, 20-30 min a partir de la ebullición.
Pasarlo por el pasapure y servir con un poco de parmesano rallado.

Variantes:

– Usar caldo de carne y servirla con trocitos de bacon fritos.

– Junto con la calabaza y las patatas añadir 4 manzanas peladas y cortadas en trocitos.

– Junto a la calabaza y las patatas añadir 500 grs de almendras en láminas.

Aunque todas con la misma base, el resultado de cada una de ellas os sorprenderá.