Esta era de stress, ajetreo, carreras y poco tiempo libre, hace que muchos no encuentren tiempo para cocinar todos los días un plato o menú diferente… Para evitar platos rápidos y poco saludables os propongo una cosa, invertir de vez en cuando un poco de tiempo en la cocina para preparar platos que se puedan congelar, así si llegamos sin tiempo o simplemente sin ganas de cocinar, solo tendremos que abrir el congelador y elegir nuestro menú, beneficiándonos de los esfuerzos ya hechos previamente.

Un plato fácil de hacer y rápido de descongelar son las sopas y cremas. Consejos a la hora de congelarlas:

• Pon las sopas en bolsas de congelado, mételas en tuppers grande de modo que la bolsa quede extendida y congélalas. Una vez congelada retira del tupper, obtendremos un bloque de sopa que podremos amontonar más fácilmente.
• Siempre etiqueta cada sopa poniendo el nombre y la fecha. No lo mantengas en el congelador más de tres meses o si no, perderá su fabuloso sabor.
• Puedes recalentar sopas en el microondas. Descongela, cubre con papel transparente y calienta durante 3-4 minutos.

Así que hoy os sugerimos esta maravillosa, sana y sabrosa crema de remolacha, manzana y feta. Su intenso color os fascinará, pero ser precavidos y usar guantes a la hora de pelar y cortar la remolacha, a no ser que queráis que vuestras manos queden teñidas de morado.

CREMA DE REMOLACHA, MANZANA Y FETA (5 pers)

1 cda aceite de oliva
3 dientes de ajo, bien picaditos
1 cebolla, troceada
1 rama de apio, finamente picada
1 zanahoria, finamente cortada
800 grs remolacha, pelada y cortada en cubos
2 manzanas reinetas, peladas, despepitadas y cortadas en cubos
1 litro de caldo de verduras
2 cdas nata o yogur, para servir
50 grs queso feta, desmenuzado, para servir.

Calienta el aceite en una cacerola a fuego bajo. Añade el ajo, cebolla, apio y zanahoria y saltea durante 15 minutos hasta que las verduras se ablanden.
Incorpora la remolacha y la manzana a la cacerola y cocina durante 5 minutos, dando vueltas de vez en cuando para que no se peguen. Echa el caldo, sazona y deja hervir a fuego lento durante 45 minutos hasta que la remolacha esté tierna.
Deja enfriar, y tritura con ayuda de una batidora. Comprueba si está bien de sal y sirve la crema en platos hondos con un poco de nata o yogur y trozos de queso feta.