Seguramente muchos ya sabréis lo que es un brunch pero para los que están un poco fuera de onda aclararos rápidamente que brunch viene de breakfast y lunch, y consiste en toda comida realizada a media mañana, entre la hora del desayuno y de la comida como sustituto de ambos. Normalmente se toma los fin de semanas por el hecho de que nos levantamos más tarde de lo normal, a una hora que es un poco tarde para desayunar pero un poco pronto para comer… por lo que se decide comer un poco más fuerte que en el desayuno pero más flojo que en la comida. Por aquí por Dublín es muy típico quedar los domingos para ir de brunch.

Hay muchos tipos de brunch, se podría decir que para todos los gustos, en las cartas de los restaurantes y cafés nos podemos encontrar desde el típico desayuno ingles con sus salchichas y sus judías blancas, a tostadas francesas con bacon, huevos revueltos con salmón ahumado, tortitas, muesli con yogur y macedonia hasta smoothies de todos los sabores, pasando por  los huevos benedits, o los huevos florentine y por ser estos últimos mis favoritos les tenía que dedicar un apartado especial en nuestro blog.

Huevos florentine (eggs florentine) no es nada más que unos sencillos huevos escalfados sobre un nido de espinacas rehogadas con aceite y ajo y una tostada de pan de molde, de brioche o de lo que se nos antoje, todo ello bañado con un poco de salsa holandesa, mmmm ¡riquísimo!

Como veis es super fácil de hacer y además está cargado de vitaminas, antioxidantes, fibra y proteína, ¡todo lo que necesitamos para solventar un domingo resacoso!

HUEVOS FLORENTINE (2 pers)

2 o 4 huevos (según cuantos queráis cada uno)

3 puñados de hojas de espinacas

2 rebanadas de pan

Salsa holandesa:

100g mantequilla en cubos

2 yemas de huevo

1/2 cda agua fría

1/2 cda zumo de limón

sal y pimienta

Para hacer la salsa holandesa, pon 75 g de mantequilla en un cazo pequeño y derrite a fuego lento, retira del fuego una vez derretida. Pon las yemas en un bol sobre un cazo con agua hirviendo (asegurate de que el bol no toca el agua) y bate las yemas hasta que se vuelvan pálidas y se espesen. Añade el agua, zumo de limón, sal y pimienta y bate 30 segundos más. Añade la mitad del resto de mantequilla al bol, mezcla un par de minutos hasta que espese. Retira del fuego y añade el ultimo trozo de mantequilla y mezcla. Lentamente vierte la mantequilla derretida mezclando constantemente hasta que la salsa esté uniforme. Sazona y añade el zumo de limón si quieres, es opcional.

Rehoga las espinacas en una sartén con un poco de aceite y ajo.

Para escalfar un huevo, pon agua a calentar con unas gotitas de vinagre o zumo de limón, cuando el agua esté casi hirviendo bajar el fuego y romper un huevo y echarlo al agua caliente, estará hecho cuando la clara se haya vuelto blanca, si queremos la yema muy hecha se deja más tiempo en el agua. Es muy importante no poner sal al agua.

Tostar las rebanadas de pan y cuando estén poner encima las espinacas, sobre estas los huevos escalfados y servir bañados con salsa holandesa.

Y ahora sí, ¡a disfrutar!