Hay gente que nada más levantarse le gusta hacer algo de deporte y estiramientos que les ayudaran a sobrellevar mejor la jornada. A mí sin embargo lo que me apetece muchas veces es ponerme a cocinar, aunque me cueste ver entre legaña y legaña. Algunos pensaréis que estoy loca, pero ¡¿qué mejor que un deliciosa y calentita magdalena para desayunar?! Os aseguro que en media hora las tendréis listas, ¡diez minutos para preparar la masa y 20 de horneado!
MAGDALENAS DE ARÁNDANOS Y POLENTA (12 uds)
150 grs harina
100 grs polenta (o harina de maiz)
2 ctas levadura
1/2 cta bicarbonato de soda
150 grs azúcar
125 ml aceite de girasol
125 ml yogurt natural
1 huevo
100 grs arándanos (frescos o congelados, lo que tengamos a mano)
Precalienta el horno a 200°C.
En un bol grande mezcla la harina, la polenta, la levadura, el bicarbonato y el azúcar.
En una jarra pon el aceite, el yogur y el huevo y bate bien con un tenedor.
Añade la última mezcla al bol de la harina y con ayuda de unas varillas mezcla bien asegurándote que no queda ningún grumo. Agrega la mitad de los arándanos y mezcla con cuidado para que estos no se deshagan.
Divide la mezcla entre las cajas de magdalenas, llenándolas unos 3/4 y con el resto de arándanos, ponlos encima de la mezcla, unos 3 por magdalena.
Hornea durante 15-20min.
¡Y a desayunar! ¿De verdad que no os parece éste un plan mejor que ir a correr?
Respondo a tu pregunta: infinitamente mejor, dónde va a parar; pero sospecho que después del placer de hacer y comer las magdalenas algún tipo de carrera habrá que hacer para que las calorías no se instalen en las partes más inconvenientes de nuestra anatomía. Ya no decimos que la comida rica sea pecado, pero que engorda… ¡ay!
Parece que tienen buena pinta, por lo que serían recomendables para antes y para después de hacer deporte por la mañana, y para merendar por las tardes.