A estas alturas y si lleváis un tiempo siguiéndonos seguro que os habéis percatado que en The Tart Princess nos gusta hacer casi todo en casa, la mantequilla mejor artesanal, el pan horneado por nosotras esta más rico, la menta de nuestra macetita de la terraza tiene más aroma y la mermelada sin duda la casera…
Es muy fácil ir a la tienda, pasar la tarjeta de crédito y consumirlo directamente pero a veces deberíamos pararnos a pensar el esfuerzo y tiempo que conlleva obtener el producto final, y creo que no hay mejor forma que verlo y experimentarlo en persona, así aprendemos a valorarlo como se debe.
Para hacer estos productos a los que me refiero, se necesita un poquito de paciencia pues llevan un proceso más largo de preparado. seguramente a la larga y económicamente sea mejor comprarlos a terceros, pero aunque sea solo una vez nos gusta ‘pringarnos’, probar, experimentar y elaborarlos nosotras y es que no hay mayor satisfacción que decir esto es de cosecha-elaboración propia.
Hoy nos liaremos haciendo…. ¡¡queso!! Y la verdad, no se porqué hemos tardado tanto en probar a hacerlo, pues somos unas buenas devoradoras de queso, ¡nos encanta!
Recuerdo la primera vez que vi cómo se elaboraba, fue en unas vacaciones en Fuerteventura, unos quesos de pimentón hechos por una buena mujer en una cabaña por ahí semi perdida, con las cabritas pastando fuera, este era un queso semi-curado, pero tipos hay miles, algunos necesitan más o menos tiempo de curación, pero no os preocupéis, el de hoy es un queso blando y cremoso que solo necesitará unos días para alcanzar su punto óptimo.
Labneh es un queso de origen libanés, que se elabora eliminando el agua de la leche cuajada (ya sea de oveja, vaca o cabra). Dependiendo del tiempo que lo dejemos escurrir obtendremos un queso para untar o uno más sólido con el que se suelen hacer bolas y conservarlas en aceite de oliva. De ambas formas obtendremos un queso muy suave, perfecto para servir con un buen aceite de oliva virgen, unas hierbas aromáticas, unas aceitunas o incluso verduras frescas como crudités.
Y como añadido es que no hay nada de desperdicios, pues el líquido que suelta les lo que a veces he llamado yo, leche de mantequilla (buttermilk o suero de mantequilla) que lo podréis usar para hacer madalenas, muffins, bizcochos y muchas otras cosas más.
Con este queso tan fácil de hacer, espero que os animéis a prepararlo, pues es un aperitivo exquisito, ligero, elegante e inusual, además de muy versátil con el que sorprenderéis a vuestros invitados en esas cenas de amigos o incluso si lo envasamos bien nos lo podemos llevar de picnic.
Labneh (aproximadamente 500g)
1kg yogurt griego, preferiblemente entero
1 cucharadita de sal
1 trozo de tela fina o gasa
cuerda
Para servir
aceite de oliva extra
hierbas aromáticas como perejil, albahaca, menta…
aceitunas
crudites: rabanitos, zanahoria, apio, pepino…
En un bol mezclar el yogur con la sal.
Ponemos la tela sobre un bol amplio y vertemos el yogurt dentro de la misma. Juntamos los extremos de la tela y la atamos fuerte con una cuerda, para formar un saquito. Lo colgamos encima de un bol o del fregadero.
Para obtener un queso cremoso, lo dejaremos unas 16 horas. Pon el queso escurrido en un bol, hazle unos hoyitos y rocía un buen chorro de aceite de oliva, las hierbas picadas y sirve con lo que más te apetezca. Si no vais a usarlo de inmediato, podéis guardarlo en el frigorífico un par de días más.
Para obtener bolitas un poco más duras, lo dejaremos reposar unas 48-72 horas. Con el queso obtenido, haz bolas del tamaño entre una aceituna y una nuez. Vierte un poco de aceite de oliva y dispón las bolas, continúa añadiendo aceite hasta que estén cubiertas, espolvorea las hierbas. Tapa y guarda en el frigorífico hasta que vayas a usarlas.
Reblogueó esto en Blogotelasy comentado:
Con un buen pan, seguro que este queso hace las delicias de cualquiera.
¡¡Qué ilusión, nuestro primer reblog!!
Espero que tus seguidores disfruten de la entrada tanto como tú 😉
¡Muchísimas gracias por tu apoyo y muchos besoss
!Bonito e instructivo comentario! …… Y ahora a disfrutar del queso.