Aunque apenas ha comenzado marzo, al menos por aquí, por tierras catalanas, el día que sale el sol y no se levanta viento, se convierte en un día absolutamente primaveral, incluso casi de verano.

La palabra verano se asocia injustamente a la de ensalada. Digo injustamente, porque adaptando el título de la obra de Fernando Fernán Gómez, las ensaladas son también para el invierno.

En cualquiera de los casos y en cualquiera de las estaciones, bien está una buena, fácil y colorida ensalada.

ENSALADA DE JUDÍAS VERDES Y ATÚN (2 personas)

2 puñados de judías verdes (yo, particularmente, prefiero las redondas)
1 tomate grande o dos pequeños
2 latas de atún (según el gusto en aceite, escabeche o natural)
1/2 cebolla
1 huevo cocido
Aceite, vinagre de Jerez, sal y pimienta

Limpia, corta y lava las judías. Cuécelas bien en agua o al vapor. En España, como la pasta, estamos acostumbrados a comer la verdura recocida. Os invito a que probéis a cocerla mucho menos, que esté crujiente, no solo supone un mayor beneficio a nivel vitamínico y nutricional sino que encima invita a masticar y es mucho más agradable la textura, no tan blandengue.

Si no has cocido el huevo antes, lo puedes cocer junto con las judías. En cualquier caso recuerda, una vez empiece el agua a hervir introduce el huevo, cuando vuelva a hervir de nuevo, cuenta diez minutos, y después mójalo bien con agua fría, hará que se pele mejor.

Mientras se cuecen, prepara la vinagreta: aceite (si es de oliva virgen extra mejor), vinagre de Jerez, sal y pimienta. Échalo todo en un bote de cristal de estos que tendrás en casa de mermelada o paté, tápalo y menea con ganas como si fuera una coctelera. En un momento lo utilizarás.

Escurre las judías, deja que se enfríen un poco y colócalas en el fondo del plato a modo de cama.

Pela el huevo y córtalo en cuadraditos. Reserva un poco para adornar, sobre todo la parte de la yema, pero el resto mézclalo con el tomate, previamente pelado y cortado igualmente en daditos. Echa parte de la vinagreta y coloca el tomate encima de las judías.

Corta la cebolla final y mézclala con el atún previamente escurrido. No machaques mucho el atún, es más vistoso si quedan trozos grandes. También puedes añadir algo de la cebolla a la mezcla del tomate.

Coloca el atún encima del tomate y por último, añade más vinagreta y adorna con el huevo cocido que hemos dejado retirado.

¡Todo listo para comer! Bon profit!