Después de seis meses, otra vez he podido disfrutar de la compañía de mis queridísimos amigos Adrianna y Abie, no los veía desde su boda en New Jersey, así que aprovechando que por aquí comienza el buen tiempo, vinieron el fin de semana pasado y juntos pudimos pasar unos días fantásticos en los que descubrimos, experimentamos y disfrutamos de la vida barcelonesa.
No había nada planeado, lo único que sabíamos era que íbamos a charlar, ponernos al día y comer bien, eso que nunca falte, jeje, y la verdad es que fue un fin de semana estupendo.
En nuestra mente también estaba hacer un poco de tour cultural, pero he de decir que pecamos un poco de perezosos y más de una vez cambiamos la Sagrada Familia por la playa, pero es que para quien ve el sol tan poquitas horas como ellos es difícil resistirse a estos rayos de sol tan gustosos que nos brinda esta época del año.
En cuanto a tema culinario, disfrutamos de lo lindo, y es que no hay nada que nos guste más a Adrianna y a mí que una buena charla acompañada de buena comida.
Hubo de todo, desde los clásicos pa amb tomaquet, la paella y las tapas de La Cervecería Catalana, a cosas más modernas e hipsters como los brunches en Caravelle y Dostrece. Para dulces optamos churros y chocolate en la calle Petritxol y por los mejores de Barcelona, Escribá y Baluard, que os voy a decir de estos genios del pan y la pastelería, uno más elegante y otro más rústico pero ambos extremadamente deliciosos.
Me gustaría hacer una mención especial a dos fantásticos restaurantes que nunca fallan, El Gallito en la Barceloneta y Paco Meralgo en l’esquerra del Exaimple.
El primero es una mezcla entre restaurante y chiringuito, un espacio abierto y diáfano a pie de playa, donde predomina la madera mezclada con colores vivos, al estar en uno de los extremos del puerto ofrece unas vistas envidiables de la Barceloneta.
En cuanto a lo culinario también nos encantó, ofrece cocina local, con ingredientes muy frescos y de calidad, nosotros optamos por las almejas marineras, pan amb tomaquet, arroz de gambas, calamares y alcachofas y pulpo a la plancha con patchoy y couscous, y de postre flan de café con helado de Baileys, y además tienen pan sin gluten, pero pan pan de verdad, nada de estilo bimbo, barriga crujiente y recién salida del horno. Todo riquísimo y sabroso, si a esto le sumamos la amabilidad del camarero, le damos un sobresaliente ;).
El segundo, ya solo el nombre me chifla, Paco Meralgo – pa comer algo. Es un clásico en Barcelona, sitio de tapas de calidad, donde los ingredientes son de primera. Yo solo he estado por la noche y el ambiente es óptimo, siempre lleno pero consigue dar esa intimidad que uno quiere en una cena en pareja o con amigos. La amabilidad del personal inmejorable.
Las raciones no son muy grandes pero todas deliciosas, las flores de calabacín con mozzarella, patatas bravas, las croquetas de pollo y jamón, chipirones, rape a la plancha, dados de solomillo a la pimienta y lo que nos dejó a todos babeando los calamarictos ‘a la llauna’, con judías blancas en pimentón y ajo, riquísimos, ¡aún sueño con ellos!. Como punto y final muchas opciones y todas super tentadoras, optamos por las trufas de chocolate, crema catalana, super suave y riquísima, y tap de Cadaqués, un bizcocho mojado en una salsa líquida de café, el cual me transportó a mi infancia y esas sopas de leche que me hacía mi yaya para desayunar. ¡Todo de sobresaliente!
Pero no creáis, que también anduvimos lo nuestro, Rambla para abajo, Barceloneta de punta a punta, Born y Gótico por todos los puntos, la catedral de Santa María del Mar y la de Santa Eulàlia, Paseo de Gràcia con La Pedrera y la Casa Batlló, Enric Granados para abajo y nada como la Sagrada Familia como despedida de Barcelona.
Y es que no hay nada como tener visitas para hacer un poco de turismo por nuestra ciudad, así que desde aquí os animamos a que salgáis este fin de semana por vuestra ciudad y la recorráis como si fuerais turistas, admirando lo que el día a día y la rutina no nos permite apreciar.
Familia Bowman-Fiorentino, pleaseeee, come back soon!!