El pasado martes estuve de ruta turística por Falset, en la zona del Priorato, una comarca bañada por las aguas del Ebro, en Tarragona, famosa por sus vinos, de hecho tienen su propia denominación de origen, Priorato.
La verdad que mucho vino no probé pero me di una vuelta por sus pintorescas callejuelas. Descubrí una panadería que lleva en funcionamiento desde 1826, al entrar, lo primero que llamó mi atención fue un par de barras de pan enormes, a pesar de mi miedo a que fuesen de exposición, pregunté si estaban en venta y ¡suerte la mía que las habían horneado justo esa mañana!
Aprovechando que era día de mercadillo, me di una vuelta a ver qué verduras y frutas se cultivaban por esos lares. Había mucho que llamaba la atención pero al final me decanté por una caja de fresas, cuya temporada está ya aquí y cada vez más dulcecitas.
Hasta ahora las fresas que había comprado este año nos las comíamos así, al natural, bueno, algún chorro de leche condensada puede que les haya caído; pero ahora que hay más oferta y por ello su precio no es tan alto, puedo comprarlas por cajas y empezar a usarlas en la cocina, haciendo mermeladas, sorbetes y mucho más.
Hoy he optado por el clásico Tatín francés pero con un twist. Para los que no sepáis lo que es, la tarta Tatín es una tarta, estilo ‘pie’, que se hornea al revés, es decir, el relleno en la base del molde y la masa-costra encima, y que a la hora de servir se gira quedando como un clásico ‘pie’. Si lo usual es que se haga con manzanas, yo lo he hecho con fresas, ¡igual o incluso más rico! Debido a que las fresas son más delicadas que las manzanas, el método de preparación varía un poco pero la forma de horneado es la misma.
Para rebañar el jugo que se queda en el molde, ¡nada mejor que esa preciosa barra de pan de Falset!
TATÍN DE FRESAS (4 pers)
15 grs mantequilla
25 grs azúcar
1 cda agua
1/2 vaina de vainilla, abierta y
200 grs fresas, cortadas por la mitad
100 grs masa de hojaldre (o quebrada)
Precalentar el horno a 200ºC.
En un cazo pequeño pon la mantequilla, azúcar, agua y la vainilla (ábrela longitudinalmente y extrae las semillas) a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva. Deja hervir un par de minutos hasta que espese un poco. Retira del fuego y descarta la vaina de vainilla.
Engrasa 4 moldes pequeños y divide las fresas entre ellos 4 y vierte el caramelo (yo he usado la bandeja para hacer magdalenas). Extiende el hojaldre (o masa quebrada) y córtalo en 4 círculos del diámetro de los moldes, ponlos encima de las fresas. Hornea 20 minutos o hasta que estén dorados, veréis el jugo de las fresas burbujear por los bordes.
Deja enfriar y con ayuda de una espátula desmóldalos en platos y sirve con helado de vainilla o nata.