De París a Madrid y tiro porque me toca (y lo que aún me falta).
Como buena persona de costumbres, cuando estoy en Madrid tengo una rutina más o menos establecida. Sin que el itinerario se viera modificado, en este viaje he descubierto tres sitios nuevos. Aquí van mis opiniones, totalmente personales.
La Sole, calle Santa Teresa 8, al lado del metro de Alonso Martínez pero también cerca de Chueca. Pequeño café muy acogedor, con una butaca de cine, mesas que eran cajones de botones y cucharas y cucharones como tiradores de las puertas. Fui a la hora de desayunar (como al resto más o menos) y me pedí café con leche y bocadillo de jamón y queso. El café muy bueno y el bocadillo, en pan de semillas, estaba bien (derritieron un poco el queso), pero no me supo a nada en concreto. No sé si será por la costumbre ya adoptada de untar el pan con tomate, o porque el queso era algo insípido. El pan estaba muy crujiente, pero al bocadillo le faltaba algo para ser redondo. Dos cafés y el bocadillo, 6€.
Chesscafé, Pº de las Acacias, a mitad de camino entre Pirámides y Embajadores. Había pasado varias veces con el autobús por delante y siempre me había llamado la atención, con un gran cartel amarillo fuera. La decoración interior es alegre y como que da frescura pero me resultó un poco incómoda, tanto las sillas como los bancos alrededor de la pared. El café no me gustó, estaba muy amargo y ni el extra de leche o azúcar lo camufló. El mollete de pan estaba rico y bien tostado, el queso de Burgos bien, y lo que debería ser mermelada de fresa era en realidad fresas trituradas, hechas líquidas, que uno puede pensar, mejor, más sano, pero yo esperaba mermelada dulce y me encontré con una especie de sirope ácido. El zumo estaba muy rico, pero era zumo de naranja natural, si eso no sale bien mal vamos. Eso sí relación cantidad precio estaba muy bien, porque generalmente ya sabemos que los zumos naturales se cobran a precio de oro. Un aspecto positivo del Chesscafé es que promueven el consumo de zumos en lugar de refrescos y que tienen mil tipos de leche: desnatada, de soja o incluso fresca. Café con leche, mollete con queso de Burgos y mermelada de fresa y zumo de naranja grande, 5€.
Maricastaña, Corredera Baja de San Pablo 12, justo enfrente del Teatro Lara. Aquí he ido con Lucía esta misma mañana a tomar el brunch, en realidad queríamos comer, pero nos hemos encontrado con un menú de 15€ muy apetecible. El sitio es bastante cálido, está decorado con cajas de madera, puertas con espejos, cuerdas en el techo y también pequeñas plantas o jarrones con flores. Parece que se está extendiendo la buena costumbre de compartir mesa (al menos a mí no me disgusta) y aparte de varias mesas pequeñas también había una larga que es justo en la que nos han puesto a nosotras. La atención es muy amable, aunque creo que en nuestros platos han cometido algún error que otro (faltaba la tabla de quesos o las mermeladas y mantequilla). El yogurt con fruta estaba muy bueno, al sándwich de calabaza y queso le faltaba quizá algo de sabor (la loncha de bacon de los huevos de Lucía por ejemplo) eso sí, el pan estaba muy bien hecho, la crep de plátano y chocolate correcta, quizá me hubiera gustado que llevara más chocolate, o mejor, que fuera nutella en lugar de sirope, el café muy bueno y la presentación exquisita. Lucía ha pedido el brunch ibérico (el mío era el francés, que todavía no me he desquitado de la buena experiencia de la semana pasada), y llevaba quesos, jamón y huevos revueltos o fritos con bacon. Aparte también nos han puesto un cesto con pan y trocitos de bollería, zumo de naranja y un chupito de Bloody Mary. El sitio me ha gustado y también que todos los camareros llevarán una camiseta a rayas como uniforme, me ha parecido un toque de aire fresco dentro de la uniformidad. Otra cosa curiosa es que los camareros se sientan en las propias mesas de los clientes a comer, todos con platos de la carta, supongo que es una forma de promoción, aunque seguro que a Javier le horrorizaría, por eso a él hay que llevarle a El Caldero, pero de esta parada obligatoria ya hablaré otro día. Dos menús brunch y dos cafés con leche extras, 33€.
Que envidia maldita! Este fin de semana que ya estaba perfecta (de salud claro está) te hubiera acompañado con mucha gana en tu tour descubre-garitos-mañaneros-por -madriz! xxxooo
Tengo la solución: ¡organicemos otra excursión a Madrid! Ahora que estás en fase de destete…