Algunos de los que me conocéis sabéis que para mí, ir a Ikea, siempre es un buen plan. Así que un día del pasado verano, un sábado por la tarde paseando por Ikea (sí, ¡un sábado en Ikea!), por fin encontré algo que llevaba mucho, mucho tiempo buscando: un recipiente adecuado para hacer un trifle (o triffle, todavía no me ha quedado claro si lleva doble efe o no). Es más, lo encontré en dos tamaños, pero fui buena y no solo me compré únicamente uno sino que además me compré el pequeño. La foto de mi amiga Lucía la pongo para que apreciéis el tamaño y porque tuvo la amabilidad y paciencia de acompañarme esa tarde del descubrimiento ¡y sin quejarse! Lucilinda, espero que no te importe…
No sé si os estaréis preguntando qué es un trifle. Por si acaso, comentaros que básicamente es una copa gigante rellena a base de bizcocho borracho de licor, fruta, nata, crema, mermelada,… O lo que viene siendo una bomba calórica, pero deliciosa….
Aunque las variedades son infinitas aquí os dejo con un vídeo con una mezcla bastante original:
En breve, veréis la copa llena.
Por supuesto que me importa, y mucho. Pero te perdonaré si estas navidades me preparas un suculento «trifle» dulce. Bueno, o salado, la verdad es que me da igual. Pero sin inventos ¿eh? una receta tradicional.
Besos,
Lucinda.
Yo quiero trifleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!