Hay un montón de cosas que me he traído de mis experiencias en el extranjero, tanto personales como culinarias, pero sin duda hay una que la he adoptado casi como si fuese propia, ya que no hay semana que no se presente en mi mesa… el porridge. (o gachas de avena como se le llama aquí). Y es que está tan rico… No os voy a mentir, me costó probarlo, pero cuando lo hice, fue un flechazo instantáneo, no había día que no me lo tomase para desayunar.
Es súper energético, nutritivo y versátil, lo puedes hacer con agua, con leche de vaca, de soja, de oveja, de coco, de almendra o cualquiera que tengáis en la nevera…. acompañarlo con fruta fresca, con compota, frutos secos, frutas deshidratadas o un mix de todo esto… endulzarlo con azúcar moreno, sirope de arce, miel… especiarlo con canela, vainilla, nuez moscada… enriquecerlo con semillas chia, de lino o cualquier otro superfood que tengáis a mano… tiene tantas posibilidades como ingredientes existen en el planeta.
Yo diría que junto a unos huevos, el porridge es el desayuno más potente que te puedes llevar al estómago, a mí me mantiene llena y satisfecha toda la mañana, sin esa sensación de hambre que suelo sentir a media mañana si desayuno tostadas, galletas, bollos u otro tipo de cereales, y esto es gracias a la fibra soluble que contiene la avena, la cual además nos ayuda a regular el colesterol.
Además hay varias formas de prepararlo, según queráis dedicarle más o menos tiempo… lo podéis hacer la noche anterior, o dejarlo reposar con agua caliente mientras os vestís por la mañana o hacerlo a fuego lento para que vaya espesando con tiempo y adquiera más cremosidad. Más abajo os las explico detenidamente.
Ahora sí, dejo de numerar todas sus virtudes y os animo a que lo probéis, sólo tenéis que adaptarlo al sabor que más os apetezca y la textura que más os agrade (más liquido o más espeso), os llevará sólo unos minutos hacerlo.
Y a tener… ¡Un feliz día!
Porridge veloz (2 personas)
Perfecto para cuando nos levantamos con la hora pegada, sólo lleva 3 minutos, dejamos reposar la avena en agua hirviendo 10 minutos, mientras nos duchamos, vestimos o nos preparamos para el intenso día, pasado el tiempo sólo tendremos que añadirle nuestros acompañamientos preferidos.
100g copos de avena (de los más finos que podáis encontrar)
200ml agua hirviendo
100ml leche (animal o vegetal, la que tú prefieras)
Acompañamiento, sugerimos cosas rápidas que tengamos por la cocina:
Plátano
Manzana
Frutos rojos (yo las añado directamente del congelador)
Sirope de arce o miel
Semillas
Pon los copos de avena en un cazo con agua hirviendo, da vueltas, tápalo y deja reposar 10 minutos.
Pasado el tiempo, la avena se habrá ablandado, añádele la leche que quieras y calienta* a fuego medio durante 3-4 minutos, dándole vueltas de vez en cuando.
Sirve y endúlzalo con lo que más te apetezca.
*Nota: yo en verano, simplemente le añado la leche directamente del frigorífico y le doy vueltas sin ponerlo al fuego, así no está tan caliente y puedo comérmelo mejor 😉
Porridge nocturno (2 personas)
Para cuando lo único que queremos hacer por la mañana es levantarnos, prepararnos e irnos de casa. Sólo tendremos que dejar en remojo la noche anterior los copos de avena y así por la mañana a primera hora estarán listos para desayunar.
100g copos de avena (de los más finos que encontréis)
240ml leche (de animal o vegetal)
25g almendras en láminas
2 cucharadas sirope de arce
semillas (opcional)
Acompañamiento, sugerimos cosas rápidas que tengamos por la cocina:
Plátano
Frutos rojos (yo las añado directamente del congelador)
Compota de manzana
La noche anterior, mezcla todos los ingredientes (excepto la fruta) en un bol, cubrimos y refrigeramos. A la mañana siguiente tómatelo con el acompañamiento que quieras.
Porridge cremoso (2 personas)
Para cuando tenemos tiempo por la mañana y nos apetece deleitarnos con un desayuno hecho en condiciones.
100g copos de avena (los más finos que encontréis)
240ml agua
240ml leche (a tu elección)
Acompañamiento
Plátano, en rodajas
Manzana rallada
uvas pasas
canela, vainilla…
semillas
sirope de arce, miel o cualquier otro edulcorante
En un cazo mezcla los copos de avena con el agua la leche. Pon a fuego medio y cuando comience a hervir baja el fuego. Dale vueltas para que no se pegue y deja hacer poco a poco hasta que los copos estén cremosos y blandos, unos 15-20 minutos.
Añade más leche si es necesario, es importante que los copos estén suaves y cremosos y no densos o apelmazados, por lo que ¡cuanta más leche mejor!
Añade el edulcorante que quieras, junto a los acompañamientos que hayas elegido.
A mí la avena me cuesta mucho tomarla… tengo medio paquete de avena y me sabe muy sosa siempre!! probaré de tomarla como tu propones!! 😉
Carol muchísimas gracias por dedicarnos un poquito de tu tiempo.
Sí, la verdad que así sola sin más la avena está un poco sosa.
Sírvetela con plátano o compota de manzana especiada con canela, uvas pasas, un poquito de miel o sirope de arce verás que es ¡un plato totalmente diferente!, te sorprenderá.