Se conoce que antiguamente las quiches eran servidas solo ocasiones especiales, en fechas muy determinadas; sin embargo son tan fáciles de hacer y tan sabrosas, que hoy en día ya no hace falta esperar a nada más que un pequeño antojo, y nos da igual que coincida con un día de diario, de fiesta o de guardar. Lo mismo sirven para cenar que para un picnic o un cocktail. ¡Versatilidad al máximo!

Hace algunas semanas os contábamos cómo hacer mini quiches de espinacas. Por si alguno anda escaso de imaginación hoy os presentamos otra mezcla, que aunque inicialmente parecida, nada tiene que ver, y si no, probadlas… Hoy, el protagonista, es el queso de cabra. Si conseguimos que la costra quede crujiente  y bien dorada y el centro templado, ¡ése será el bocado perfecto!

QUICHE DE QUESO DE CABRA, RÚCULA Y TOMATES CHERRY (10 pers)

Masa Quebrada
200 grs harina
110 grs mantequilla
1 cta sal
1 yema de huevo
2 cdas agua
Molde de 25cm de diámetro

Deshaz la mantequilla restregándola con los dedos en la harina, debe de quedar como si fueran migas de pan. En el medio de la harina añade la sal, la yema y agua, y trabaja con las manos, aunque no en exceso, hasta obtener una masa. Envuelve la masa en film transparente y métela en la nevera durante 1 hora.
Precalienta el horno a 190°C y engrasa el molde con mantequilla o margarina.
Extiende la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener unos 5mm de grosor y forra con ella el molde, tanto la base como los laterales. Cúbrela con papel vegetal y pon encima legumbres secas o arroz. Hornea durante 15 min, hasta que los bordes estén dorados.

Relleno
400 grs queso de cabra
4-6 pimientos de piquillo
2 cdas de pesto
50 grs rúcula
10 tomates cherry
5 huevos
1 yema
200 ml nata
Un poco de leche
Sal
Pimienta

Bate los huevos con la nata, la leche, sal y pimienta.
Corta el queso en rodajas, reserva la mitad de estas para decorar y la otra mitad córtala en trocitos. Corta también los tomates cherry por la mitad y los pimientos en trocitos.
Sobre la masa pre horneada, extiende el pesto; dispón los pimientos, la rúcula y el queso en trocitos. Vierte la mezcla de los huevos y dispón las rodajas de queso reservadas alrededor y los tomates encima.
Hornea durante uno 40 minutos a 170°C.

Y ahora llega lo mejor: ¡a comer!