Tarta salada de mortadela, ricotta, judías verdes y albahaca

¿Queréis una idea para esa mortadela italiana grande, redonda y vistosa que tanto llama siempre la atención? Pues ésta es vuestra entrada.

No juzguéis esta tarta por la foto, mis habilidades fotográficas dejan mucho que desear, pero la mortadela se deja notar tanto por el color rosado como por su olor.

Es válida para cualquier día: con invitados o sin ellos. A mí me gusta con lambrusco, mi hermana, ahora, la preferirá con cava muy seco. En cualquier caso, ¡deliciosa!

TARTA DE SALADA DE MORTADELA, RICOTTA, JUDÍAS VERDES Y ALBAHACA (8 pers)

4 rodajas de mortadela de 100 grs cada una
2 láminas de hojaldre de 220 grs cada una
500 grs de ricotta (probad con queso cremoso ¡también está buenísima!)
un puñado de albahaca fresca
50 grs parmesano rallado
200 grs judías verdes
1 huevo
sal
pimienta

Lava las judías y cuécelas en agua hirviendo durante 10 min, escúrrelas, déjalas enfriar y córtalas en trocitos pequeños. Separa la yema de la clara. Mezcla la ricotta en un bol con la sal, la pimienta, el parmesano, la clara de huevo, las judías verdes y las hojas de albahaca (lavadas y cortadas en juliana).
Pon una de las laminas de hojaldre sobre un papel de horno, extiende 1/4 de la mezcla de ricotta en el centro, dejando un centímetro libre antes del borde; cúbrelo con una rodaja de mortadela. Repítelo de la misma forma hasta usar todos los ingredientes.
Moja los bordes que se han quedado libres con un poco de agua y cubre con la otra lámina de hojaldre intentando no dejar bolsas de aire. Corta la masa que sobre de los bordes y apriétalos para que se peguen bien. Pinta la superficie con la yema de huevo previamente mezclada con un poco de agua. Decora con la masa que hemos recortado y hornea a 200°C durante 35 min.

Tanto templada como fría, lo dicho ¡deliciosa!

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