Os guste o no, no se puede negar que la ensalada césar tiene un sabor característico, o fuerte si lo preferís. La idea de su creador, el cocinero Ceasar Cardini, era que fuera muy sabrosa para que sus comensales tuvieran suficiente con la ensalada para cenar, ¡y es que se había quedado sin nada que servir! Apenas tenía en la cocina lechuga, pan y queso. Era cerca de 1930.

La receta original es lechuga tipo romana (de la de toda la vida), picatostes, queso parmesano y por supuesto la salsa. Después están las variaciones: añade pollo, bacon, jamón cocido, tomate, zanahoria, huevo cocido y todo lo que te apetezca.

Acerca de la salsa, recetas hay millones. Esta vez me he decantado por la de Martha Stewart, una gurú americana cuya principal destreza es la cocina, pero que lo mismo te prepara una lasaña, que te enseña a hacer jabón, hace manualidades, decora interiores o se dedica a la jardinería. Para mi hermana es una especie de Google, si quiere hacer algo seguro que Martha sabe cómo. En el vídeo donde explica la receta comenta que después de probar la suya, ninguna otra le llegará a la altura. Creía que era exagerado pero me temo que no. Durante el último año he probado varias recetas de la salsa y la suya, sin lugar a dudas, es la mejor.

Para 4 personas, en el bol donde se vaya a servir la ensalada, aplasta con un tenedor 2 dientes de ajo, 4 filetes de anchoa y una cucharadita de sal. Aplasta bien, que el ajo quede bien machacado, quizá con un mortero sea más fácil. Añade una cucharadita de pimienta, otra de salsa Worcestershire, una cucharada de zumo de limón y media cucharadita de mostaza. Continúa aplastando y mezclando bien con el tenedor. Ahora pon una yema de huevo, mezcla con el tenedor o unas varillas ahora y echa, poco a poco, 80 ml de aceite de oliva. (Puedes dividir las cantidades a la mitad pero mantén la yema de huevo entera.)

Hecha la salsa sólo queda añadir los sólidos, hoy clásica al 100%: lechuga, picatostes (los he hecho grandes y al horno, ¡súper ricos!) y una taza de queso parmesano rallado. Remueve bien para que todo se impregne de la salsa ¡y a disfrutar!