Como todos sabéis, el flan es un postre de lo más clásico, que casi todos hemos comido de pequeños, aunque yo la verdad que no muchos, bueno miento, si que he comido pero de esos que se compran en el supermercado pues los caseros que hacia mi madre no me gustaban demasiado… ¡qué cosas tienen los niños!
Lo que recuerdo bien y aun me río de ello, es de comérmelos de un sorbo, y claro está, de tener la boca tan llena que me daba la risa y el flan volando por todas partes…. pero decidme, ¿quién no lo ha intentado alguna vez?
Hoy, aprovechando que desde hacía tiempo tenía muchas ganas de hacer flan y que tenía un bote de leche condensada abierto, he querido darme un capricho dulce además de aventurarme a darle un ligero giro (y creo que con éxito) a este clásico.
FLAN DE LECHE CONDENSADA (8 pers)
750 ml leche
375 grs leche condensada
3 huevos
1 cta vainilla
3 cdas azúcar
2 cdas agua
Batir los huevos, añadir la leche condensada y batir bien. Incorporar la leche y la vainilla y mezclar bien.
Hacer el caramelo poniendo el azúcar con el agua en un cazo y dejándolo a fuego medio hasta que adquiera color ámbar, no lo dejéis demasiado, si no se os quemará y tendrá un sabor amargo. Poner el caramelo líquido en el molde donde vayáis a hornear el flan e inclinarlo un poco para que la base quede recubierta con el caramelo. Cuando éste se haya enfriado añadir la mezcla de los huevos.
Disponer el molde del flan en una bandeja recubierta de agua hasta la mitad de tal forma que el flan se cueza al baño María durante unos 45 min a 160°C.
Retíralo del agua, déjalo enfriar, desmóldalo, decóralo como más te guste ¡y a disfrutar como niños!