La semana pasada, en la boda real celebrada en Londres, se sirvió como tarta nupcial algo muy parecido a lo que hoy os presentamos: una tarta de chocolate y galletas. Así de simple.
Sí, parece que los gustos regios no son nada elitistas. Resulta que esta tarta es la preferida del príncipe Guillermo desde su infancia. Y aunque en la dichosa boda la cubrieran con fondant, la decoraran con flores y lazos, y tenga una apariencia completamente distinta a la nuestra, lo importante, lo de dentro, tiene la misma base (después, la variedad de cosas que se le pueden añadir a las galletas es infinita).
En cualquier caso, independientemente de bodas o realezas, si publicamos esta tarta es porque además de estar buenísima (si te gusta el chocolate, claro), es muy simple y rápida de hacer.
CHOCOLATE ROYAL WEDDING CAKE (Tarta de chocolate y galletas) (4 personas)
150 grs mantequilla
150 grs chocolate (a tu gusto: negro, con leche, blanco)
2 cucharadas golden syrup (o miel o caramelo)
200 grs galletas (a ser preferible tipo Digestive, pero si no las tenéis, vale cualquiera, la tarta de la foto está hecha con galletas María)
Opcional: pasas, grosellas secas, nueces, almendras, avellanas, pistachos…
Deshaz al baño María el chocolate, la mantequilla y el golden syrup, todo junto.
Mientras se derrite la mezcla anterior, en un plato trocea las galletas en trozos no demasiado pequeños (quizá cada galleta en unos 6 trozos), y pica los frutos secos o demás cosas que quieras añadir.
Mezcla bien el chocolate, la mantequilla y el golden syrup y fuera del fuego, añade las galletas y los extras que hayas puesto. Dale bastantes vueltas hasta que todo esté bien bañado de chocolate. Si ves que falta líquido, siempre puedes derretir más chocolate y mantequilla y añadirlo.
Echa la mezcla en un molde desmontable o cúbrelo con papel film o vegetal. Presiona bien la mezcla contra las paredes y el fondo con una espátula o una cuchara para que quede bien unido. Por último, mételo en el frigorífico por lo menos un par de horas o hasta que el chocolate haya endurecido.
Una vez que lo desmoldes hay que decorarlo, te damos algunas ideas: con montoncitos de nata, con una fina capa de dulce de leche, con más chocolate derretido por encima (si lo haces de un sabor distinto al que hayas utilizado, quedará mejor), con almendra molida, con fresas u otro tipo de fruta… Las opciones son unas cuantas…
Ale, ¡y a disfrutar como reyes!
Es que Guillermo será príncipe, pero no es tonto..