Todos tenemos una receta de sopa de calabaza escondida debajo de la manga, ¿verdad? Y además seguro que habéis probado más de una, alguna con bacon, otras con manzana, con pimiento rojo o con patata, y todas buenísimas ¿a que sí?
Hoy os traemos una con unos cuantos twists:
– asaremos la calabaza para darle un sabor más profundo,
– añadiremos leche de coco para darle una consistencia aterciopelada y un sabor sutil, yo para ahorrarme unas cuantas calorías y que no resulte tan pesada uso leche de coco light,
– y para darle un toque refrescante y agradable, usaremos jengibre y vinagre de manzana
Con todo esto junto conseguiremos una sopa que no te dejará indiferente y que dará justo en el clavo en cualquier ocasión que la sirvas.
Además con todos los restos de las calabazas decoradas y talladas que tendréis de Halloween, no tenéis excusa para no hacerla.
Crema de calabaza asada y coco (4 personas)
1 calabaza
300ml leche de coco light
240ml agua
1/2 puñado de romero fresco, reserva un poco para servir
1-2cm jengibre fresco, pelado y rallado
2 cucharadas vinagre de manzana
sal
pimienta
yogur griego desnatado, para servir
Precalienta el horno a 200ºC.
Divide la calabaza por la mitad, retira las semillas con una cuchara. Pon las mitades boca abajo sobre la bandeja de horno y hornea durante 25-40 minutos (dependiendo de su tamaño). Estarán listas cuando la piel esté tostada. Retira la calabaza del horno y deja enfriar un par de minutos. Dales la vuelta y con una cuchara retira la ‘carne’ de la calabaza y ponla en un vaso batidor.
Añade el resto de ingredientes al vaso y con una batidora tritura hasta que obtengáis una crema lisa y sin grumos. Añade un poco más de agua si la queréis un poquito más clara y calienta un pelín más si eres como yo y te gusta la sopa bien caliente.
Sirve con un poco de yogur griego y unas hojitas de romero fresco.