Hoy me he propuesto que las cosas no caduquen en el frigorífico. No me siento orgullosa de tener que tirar cada semana alguna verdura, hortaliza u otro producto perecedero que lleva ahí metido semanas, si no meses, y que no he consumido, ¡vete tú a saber porqué!

Pero hoy no, esta semana no va a suceder. Ayer fui a la compra, y no solo me compré cosas verdes y sanas, sino que hoy he estado preparando millones de platos para congelarlos y poder ir consumiéndolos poco a poco. Porque ésa es otra, vamos a ser sinceros y decir que, cuando llego a diario del trabajo, lo último que me apetece es ponerme a cocinar. Así que vamos a ser prácticos.

La gran duda ha llegado cuando, una vez cocinados los productos frescos, todavía quedaba en el fondo del frigorífico un bote de buttermilk que hace unas semanas compré en Lidl y cuya fecha de caducidad es inminente… ¿Y para qué leches (valga la redundancia) compré yo la buttermilk? Porque pensé, esto suele venir en bastantes recetas. Hoy solo hacía falta encontrar una… Y sí, ha aparecido, casi por casualidad y sin buscar demasiado: muffins de avena y buttermilk.

Quizá os preguntéis qué es la buttermilk, pues una especie de leche ácida. Originariamente era el suero que soltaba la nata al convertirse en mantequilla. A día de hoy se hace añadiendo a la leche bacterias ácidas. De hecho, a modo casero, bastaría con añadir una cucharada de zumo de limón a un vaso de leche (mejor desnatada o semidesnatada). En centro y norte de Europa se toma incluso como bebida, no solo para cocinar.

Bueno, centrándonos en la receta diré que lo que más me ha sorprendida es lo jugosas que han quedado estas muffins, a pesar de su aspecto rugoso de la parte superior. Y además llevan avena y pasas, ¡qué más podría desear mi querido Dr. Vidal! A ver si probáis a hacerlas y me dais vuestra opinión.

MUFFINS DE AVENA Y BUTTERMILK (12 uds)

250 ml de butter milk
115 grs avena
115 grs mantequilla a temperatura ambiente
75 grs azúcar moreno
1 huevo
115 grs harina
1 cchita levadura química
1/2 cchita bicarbonato
pizca de sal
25 grs pasas

En un bol, pon la avena y la buttermilk, mezcla y deja reposar durante una hora.
En otro bol, bate bien la mantequilla que debe estar blanda y el azúcar. Añade el huevo y sigue batiendo.
Mezcla aparte los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato y sal). Incorpóralo poco a poco a la crema del azúcar intercalando con la mezcla de la avena.
Por último, añade las pasas picadas.
Hornea a 200ºC durante 20-25 minutos.

Cuando se sacan del horno se deshinchan, y queda un aspecto así como arrugado, como si fueran grumos. Cerrad los ojos y probadlas, veréis que ese aspecto se convierte en lo más esponjoso que hayáis probado en días.