3. Coge un bote de leche condensada (o dulce de leche).
4. Echa un buen chorro sobre las fresas (he de reconocer que después de hacer la foto, seguí echando leche condensada).
5. Ñam ñam.
Un comentario en “Postre en cuatro pasos, y al quinto te lo comes”
Rápido y mortal, sí; cariñoso y reconfortante, también; otra versión de la magdalena de Proust, claro; rico, rico, por supuesto; y ligero, también que las fresas no engordan nada y ¡tienen un carro de vitaminas! Sugerencia: mientras se hace se puede ir comiendo la leche condensada a cucharadas.
Rápido y mortal, sí; cariñoso y reconfortante, también; otra versión de la magdalena de Proust, claro; rico, rico, por supuesto; y ligero, también que las fresas no engordan nada y ¡tienen un carro de vitaminas! Sugerencia: mientras se hace se puede ir comiendo la leche condensada a cucharadas.