Pues parece que el verano nos dejó sin fuerzas para contaros algunas de las recetas que hemos ido haciendo, porque cocinar, hemos seguido cocinando.
Ya de vuelta a la rutina (aunque haga de ello casi tres semanas) os traigo la que se ha convertido en mi receta estrella del verano: roastbeef de pavo.
Es fácil, pero fácil de verdad. De esas recetas que puedes preparar con antelación e ir dosificando a lo largo de la semana, que gusta a todo el mundo… Una receta comodín.
Además es de lo más sano: carne blanca (¡y jugosa!) al horno y solo aderezada con un poco de sal al final.
Una vez hecho el roastbeef de pavo, yo lo corto en lonchas finas y lo aliño con un poco de aceite de oliva virgen o aceite especiado de guiduilla o trufado, por ejemplo, y lo acompaño de una buena ensalada de hoja grande o verduras asadas como en la foto (la receta también próximamente).
Otra opción es cortarlo en taquitos como un ingrediente más en una ensalada (de hoja, de pasta, de arroz…) o en bocadillo, ¡incluso en un mixto o bikini o ham and cheese! (Que es lo mismo, pero para que todos me entendáis) ¡Mucho mejor que cualquier fiambre de la charcutería! ¡Y sin aditivos!
ROASTBEEF DE PAVO
1 pechuga de pavo entera
cordel de cocina
sal
aceite
Precalienta el horno a 180ºC.
Lía la pechuga de pavo con el cordel, para que quede una especie de rollo. Si no queda uniforme, no te preocupes, estará igualmente rico.
Pon un poco de aceite en una sartén y cuando esté bien caliente, sella el rulo de pavo. Sellar quiere decir marcar a fuego, que la parte exterior esté hecha, incluso tostada, pero que el interior esté crudo. Para ello basta pasar todas las paredes del rulo durante un minuto máximo por la sartén. La idea es que luego al horno, los jugos del propio pavo se queden dentro, y así estará más jugoso.
Acto seguido ponlo en una fuente apta para horno e introdúcelo durante al menos 20 minutos. El tiempo total de cocción es de 20 minutos por cada kilo de pavo, pero si pesa menos (el de la foto era de 500gr) lo dejaría igualmente un mínimo de 18-20′.
Pasado el tiempo correspondiente sácalo del horno y todavía en caliente sálalo, envuélvelo en papel albal y deja enfriar.
¡Y ya está listo para usar!
La receta es de Elena Segura del blog Menús para impresionar, la gran gurú cocinera de mi madre y también nuestra.