Solomillo de cerdo con bayas de enebro

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Bien recuerdo la primera vez que ví, oí hablar y probé las bayas de enebro (juniper berries en inglés), era noche de chicas en casa de Louise, unas semanas antes de que se fuese unos meses a Australia. Como no podía ser menos, nos había preparado toda una suculenta cena, tabla de ibéricos y quesos, ensalada, judías verdes salteadas y un riquísimo estofado de venado con bayas de enebro.

Yo vivía en Dublín desde hacía unos años, mi inglés no era malo, pero claro cuando a una le vienen con vocablos nuevos y un tanto específicos, pues me perdía… dices ‘bueno, si lo viese físicamente pues sabría que es’….. pero tampoco, no tenía ni idea de qué podían ser esas bolitas de color negro-morado y la verdad es que tampoco me sonaba de verlas por el supermercado o tiendas especializadas.

Y no ha sido hasta hace un par de semanas, en mi último viaje a Dublín que me volví a topar con ellas. Dando vueltas por el supermercado de M&S, mirando que productos nuevos había con los que pudiese experimentar o que no fuesen fáciles de comprar en España, encontré estas pequeñas bolitas, las bayas de enebro, y sin saber muy bien cómo las usaría un botecito que me traje en la maleta.

juniper seeds, enebro

Para los nuevos en el uso de esta baya, deciros que es típica de los países fríos; es bastante fuerte de sabor, por lo que un poquito da para mucho, y se dice que es un excelente digestivo, que alivia el dolor arterial e incluso se usa como remedio para el envenenamiento. Combina a la perfección con cerdo, ganso, ciervo, pato, paloma y todas las aves de caza; son también muy buenas con verduras, de hecho es un ingrediente clave en el chucrut (col blanca fermentada con vinagre y especias), incluso he visto alguna receta dulce y por supuesto se usa mucho en gin tonics.

Aquí en España las he visto de la marca Ducros y en el supermercado de El Corte Inglés

Mi primera prueba ha sido con este sencillo pero super sabroso solomillo de cerdo que he acompañado con un poco de mijo cocido, pero sería igualmente bueno con couscous o arroz integral. Es perfecto para cualquier cena entre amigos o familiares, no requiere mucho tiempo y sorprenderéis a vuestros invitados en estas fechas Navideñas.

Solomillo de cerdo con bayas de enebro y patatas (3 personas)

Para las patatas

80ml aceite de oliva

500g patatas, peladas y cortadas en trozos

1 1/2 cucharada salvia fresca, picada

2 dientes de ajo, picados

sal y pimienta

Para el solomillo

3 cucharadas aceite de oliva

50g bacon, picado en dados

500g solomillo de cerdo

sal y pimienta

1 cucharada de bayas de enebro

3 ramas de tomillo fresco

3 hojas de laurel

2 dientes de ajo, picados

250ml vino blanco

250ml caldo de carne

Empieza preparando las patatas, calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Dora las patatas, unos 10-12 minutos. Añade la salvia, los ajos, la sal y la pimienta. Reduce a fuego medio y cúbrelas y déjalas cocerse, unos 8 minutos. Reserva en un bol.

En la misma sartén prepararemos el solomillo. Añade el bacon y saltea hasta que esté crujiente, retira y reserva para después. Sube el fuego y cuando la sartén esté muy caliente, pon el solomillo, unos 6-8 minutos por cada lado para sellarlo bien. Añade las bayas de enebro, el tomillo, el laurel y el ajo y deja hacerse un par de minutos.

Añade el vino y con una pala de madera rasca las partes que se hayan pegado del cerdo para que salga así con mas sabor. Deja que el vino se evapore, unos 12 minutos. Añade las patatas y el caldo y cuando empiece a hervir reduce a fuego medio, tápalo y deja hacerse unos 20 minutos o hasta que el solomillo esté hecho por dentro.

Deja reposar unos minutos, córtalo en rodajas y sírvelo junto a las patatas.

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