Hace años, ya casi una eternidad, estuve trabajando un verano en Menorca, más concretamente en Mahón, como jefa de sala de un hotel. No duré mucho, apenas un mes y medio después de llegar, estaba deseando salir de allí.

Afortunadamente, como siempre en la vida, en la memoria solo han quedado los buenos momentos de aquella experiencia: una pareja de ingleses que se tiraron allí más de dos semanas (más de un tercio de lo que fue mi estancia) y que fueron como unos segundos padres, una playa de agua cristalina entre Son Bou y Santo Tomás, el cine de verano, bocata en mano, en el Claustro del Carmen, una excursión en un barquito de 14 metros de eslora que me hizo tomar la firme decisión de comprarme un barco algún día o, por ejemplo, una tarta de chocolate sin harina que hacía la jefa de cocina, con la que me llevaba a matar, pero la tarta, he de reconocer, era cojonuda.

Juraría que en algún momento busqué entre sus notas la receta, porque evidentemente no me la daba voluntariamente. Puede que incluso diera con ella, pero si la descubrí, no sé dónde está, así que la receta que os traemos hoy no es aquella, pero sí otra igualmente buena (o quizá mejor).

Es bastante fácil y además apta para celíacos.

La textura es diferente, no es como un bizcocho esponjoso, pero sí como un bizcocho húmedo. Lo normal es que mientras esté en el horno se infle y luego al enfriarse baje, quedando la capa de arriba como una pequeña costra algo más seca.

Si queda de otra manera no os preocupéis, seguro que está igualmente buena.

TARTA DE CHOCOLATE SIN HARINA (para un molde grande de tarta)

340 grs de chocolate de postres (del que venden en tabletas)
75 grs mantequilla
80 ml leche
75 grs almendras picadas
180 grs azúcar
1 cchita levadura
4 huevos (separadas yemas y claras)

Precalienta el horno a 180ºC.
Deshaz, al baño María, el chocolate, la mantequilla y la leche.
Bate las yemas con la mitad del azúcar y añade la mezcla del chocolate deshecho y algo enfriado.
Incorpora la harina junto con la levadura.
Por último bate a punto de nieve las claras con el resto del azúcar y mézclalo suavemente con el resto de ingredientes.
Opcionalmente, para potenciar más el sabor, se puede añadir una cucharadita de canela y un poco de extracto de almendras.
Se vierte sobre un molde engrasado o con papel vegetal y al horno, durante 40 minutos.

Para acompañar está la imaginación, pero proponemos nata semimontada, puré de fresas, chorretón de leche condensada…