Esta maravillosa tarta de fresas y mascarpone con un ligero toque de camomila, un auténtico postre ganador.
Hace un par de semanas estuve en Palo Alto Market, el mercadillo ‘hipster-vintage’ que se celebra cada mes en Barcelona. Era la primera vez que iba y me encantó, cierto que puede ser un poco agobiante la cantidad de gente que va y las colas que se forman para comprar comida, bebida o ir al baño; pero merece la pena pasearse por los diferentes stands.
Casi todo está hecho/diseñado local y artesanalmente, hay de todo un poco y para todos los gustos, desde ropa de diseño a vajilla pintada a mano, bolsos artesanales, gafas únicas y ropa vintage de segunda mano, echar un vistazo a la super colección de nuestra amiga Jen en Mima & Boo.
La sección de comida no tenía nada que envidiar, desde caravanas con suculentas hamburguesas, burritos, fast food saludable y creps, a puestos con pasteles veganos, bizcochos de chocolate orgánico o ensaladas en tarros.
Tanto desfile de buen gusto, arte y diseño, me hizo llegar a casa inspirada, cargada de energía y con ganas de preparar lo que sería un buen banquete típico de domingo. Para abrir boca una focaccia con hierbas y aceitunas, como principal el fantástico rape a la vasca que es protagonista de nuestro anterior post y como guinda esta tarta con fresas, mascarpone y camomila.
Y es que la temporada de fresas ya está aquí, inundan las tiendas, supermercados y mercadillos de agricultores (farmer’s market), tan vibrantes, coloridas y saborsas. Lo mejor de todo es que las fresas abren paso a la temporada de frutas de los meses más cálidos, dentro de poco llegarán los albaricoques, las ciruelas, los melocotones, la sandía….
Si echáis un vistazo por el blog, encontraréis bastantes postres donde la fruta es la protagonista, crumbles de manzana, galettes de melocotón, bizcochos con nectarina y moras, ‘pie’ de cereza y albaricoques, tatín de fresas… Y es que no hay nada como un buen postre a base de fruta.
La tarta de hoy es perfecta para esta época del año, es fresca, dulzona y contundente a la vez. Para enriquecer la base hemos usado una masa con harina de avena y un toque divino de camomila. El relleno una crema de mascarpone avainillada que fácilmente se podría transformar con un poco de crema de limón. Y como colofón final, unas fresas maceradas con un poco de azúcar integral de caña.
Tarta de fresas, mascarpone y camomila (6 personas)
Base
125g mantequilla
70g azúcar de caña integral
2 yemas de huevo
180g harina de avena (que tenga el certificado sin gluten, si eres celíaco)
una pizca de sal
4 bolsas de infusión de camomila
Relleno
200g mascarpone
150ml nata líquida
1 cucharadita extracto de vainilla
25g azúcar de caña integral, molida
Fresas
200g fresas cortadas en láminas
5g azúcar de caña integral
Primero elaborar la base poniendo en un bol la harina de avena, el azúcar, la sal, camomila y la mantequilla cortada en dados. Con los dedos, deshaz ésta restregando la mantequilla contra la harina con el fin de obtener una textura de arena o migas de pan. Añade las yemas de huevo y amasa un poco hasta obtener una masa homogénea. Con los dedos extiéndela en un molde desmoldable, asegurándonos que toda la base y los laterales quedan cubiertos. Cubre con film transparente y deja enfriar en el frigorífico al menos 30 minutos.
Cuando la masa esté fría, hornéala a 180ºC durante 20 minutos, o hasta que esté dorada. Se puede preparar un día antes.
Mientras tanto pon a macerar las fresas cortadas con el azúcar, pon las fresas en un bol, echa el azúcar y da un par de vueltas, deja macerar mínimo 30 minutos.
Para preparar la crema, bate en un bol el mascarpone con el azúcar y la vainilla. Con una espátula incorpora la nata líquida con movimientos envolventes.
A la hora de servir, distribuye la crema de mascarpone sobre la base de la tarta y culmina con las fresas maceradas.